- El viernes 26 de febrero estuvimos en Lehendakaritza en el acto de la firma pública del Código deontológico
- 51 entidades han firmado este código de autorregulación en un acto celebrado en Lehendakaritza, en el que han participado Josu Erkoreka e Izaskun Landaida
- El código es fruto de año y medio de trabajo participativo que ha impulsado la “Comisión Begira” adscrita a Emakunde
Un total de 51 medios de comunicación y agencias de publicidad de Euskadi han firmado esta mañana el “Código deontológico y de autorregulación para una Comunicación y Publicidad no sexistas en Euskadi”. El documento ha sido elaborado a través de un proceso colaborativo de año y medio, con diez sesiones de formación y contraste en el que han participado una veintena medios de comunicación y agencias de publicidad, dentro de una iniciativa impulsada por la “Comisión Begira”, para una comunicación y publicidad no sexista, adscrita a Emakunde. En el acto de firma, celebrado esta mañana en Lehendakaritza, también han participado y firmado este código el Portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, y la Directora de Emakunde, Izaskun Landaida.
Código
Este código deontológico recoge compromisos para el ejercicio de la profesión periodística y publicitaria en materia de:
- Igualdad de mujeres y hombres
- Violencia contra las mujeres
- Principios deontológicos y de autorregulación publicitaria y periodística
- Igualdad de mujeres y hombres y la no discriminación
- Visibilización de las mujeres y de su diversidad
- Erradicación de los estereotipos
- Una vida libre de violencia
- Igualdad dentro de las estructuras empresariales de cada entidad.
Publicidad
En el apartado dedicado a la publicidad, las agencias firmantes se comprometen a mostrar a hombres y mujeres en toda su diversidad, desarrollando roles y comportamientos diversos, alejados de estereotipos, usando un lenguaje no sexista y rechazando cualquier imagen o expresión que implique algún tipo de violencia contra las mujeres. Asimismo, se comprometen a fomentar modelos de belleza diversos, a no utilizar cuerpos de mujeres como mero objeto decorativo o sexual, a evitar la sexualización de las niñas, o a evitar presentar a las mujeres como principales destinatarias de productos farmacéuticos y relacionados con la salud. Entre los compromisos está también el de representar a los grupos sociales minorizados o discriminados de forma habitual y a utilizar mensajes que reflejen las diversas sexualidades existentes, evitando contenidos que transmitan actitudes lesbófobas, homófobas o tránsfobas.