La mayor publicidad engañosa se produce por parte de las operadoras de telefonía y las marcas de comida
La publicidad es un fenómeno muy importante que se encuentra continuamente presente en nuestras vidas. Recibimos más de 3000 impactos al día, los anuncios están por todos lados, pero depende de nuestro nivel de tolerancia la repercusión que ese anuncio tenga en nosotros como espectadores.
En los orígenes audiovisuales de la publicidad, en torno a los años 60, los spots mostraban a la mujer como la típica ama de casa, en cambio el hombre solía aparecer sentado, leyendo o fumando. Los anuncios más vistos eran sobre productos básicos, ninguno de placer para el hombre como los usuales actuales. Hoy en día la publicidad se encuentra en torno a un debate debido a las grandes retiradas de campañas publicitarias por su contenido sexista, usan a la mujer como un objeto y las nuevas generaciones lo pueden aceptar como tal. Erradicar el sexismo en la publicidad es el primer paso esencial para acabar con la violencia machista. El 70% de las voces de los anuncios son masculinas.
Otro sector desprotegido en la publicidad es la infancia, los niños pasan más de tres horas al día delante de la pantalla. El 25 % de los anuncios de juguetes no pasa el examen, siguen marcando estereotipos o fomentan una dieta desequilibrada ya que la mayoría de los anuncios son de alimentos poco saludables que producen un incremento del sobrepeso. La Constitución vela por un horario infantil protegido, que no se suele cumplir, son numerosos los spots sobre insultos o imágenes violentas, uso de tabaco o alcohol. Esto se incumple continuamente a pesar de que los medios pueden llegar a perder su licencia. La mayor publicidad engañosa se produce por parte de las operadoras de telefonía y las marcas de comida, pero la mayor repercusión que se sufre es con las imágenes constantes del físico de la mujer que suponen una enorme presión social.
A pesar de todo esto, hay un balance positivo, la publicidad crea un empleo directo de 120.000 personas, un sector importante, pone al alcance de los consumidores las distintas funciones de elegir un producto. La publicidad en nuestro país no cuenta con un gran porcentaje de recriminaciones por contenidos intolerantes para la sociedad, aun así existen organizaciones en manos de los usuarios que permiten denunciar los spots más agresivos o negativos para la población. Un 15% de los anuncios son los que en España chocan con las normas legales o deontológicas. La asociación AUTOCONTROL se encarga de examinar los anuncios antes de su publicación para que existan unas garantías de cara al consumidor y apoyar la confianza y credibilidad en la publicidad.
El índice de reclamaciones en las campañas publicitarias españolas es bajo. En el medio online el porcentaje de publicidad negativa es mayor, las asociaciones aconsejan buscar la veracidad en los bienes y servicios y dejar a un lado el tan famoso reflejo que se busca más en parecernos en los personajes del spot utilizando esos productos, ya que aquí es difícil de actuar por parte de las distintas asociaciones, la sociedad no es consciente o las herramientas existentes no lo permiten, hay que crear una conciencia.